Este es un nuevo episodio del caso de Snowden, que reveló al diario británico 'The Guardian' y al estadounidense 'The Washington Post' que la NSA y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) tienen acceso a millones de registros telefónicos y correos electrónicos de sus ciudadanos.
Posteriormente esos diarios revelaron un programa secreto conocido como 'PRISM', que permite a la NSA ingresar directamente en los servidores de nueve de las mayores empresas de Internet estadounidenses, como Google, Facebook Microsoft o Apple, para espiar contactos en el extranjero de sospechosos de terrorismo.
Actualmente Snowden se encuentra en la zona de tránsito de un aeropuerto de Moscú, esperando respuesta a las solicitudes de asilo político que remitió a varios países.
Familia de espías
Chapman pasó su infancia en Kenia, donde su padre trabajaba como empleado de la embajada rusa, aunque parece que su verdadera misión era la de espiar para la KGB. De allí se trasladó a Reino Unido, donde estudió un máster en administración y dirección de empresas antes de trabajar en compañías como NetJets o Barclays Bank durante un corto periodo de tiempo.En Londres conoció a su ahora exmarido, el psicólogo Alex Chapman, del que tomó el apellido.
El matrimonio duró menos de cuatro años, pero ella consiguió mantener la nacionalidad británica, lo que le abrió las puertas de Estados Unidos.Llegó a Nueva York en 2009 y se instaló en Manhattan para gestionar su empresa de venta de viviendas Property Finder, que resultó ser una torpe tapadera.
Las autoridades empezaron pronto a sospechar el inesperado éxito de una pequeña compañía inmobiliaria que de la noche a la mañana pasó a tener 50 empleados.
Modelo y heroína
Menos de un año después de su llegada a EEUU, Chapman y otras nueve personas fueron detenidas por las autoridades acusadas de participar en una red de espionaje.
La espía volvió a su país en un intercambio de agentes secretos entre Rusia y EEUU sin precedentes celebrado el 8 de julio de 2010 en Viena. Desde entonces ha trabajado como modelo, protagonizado series de televisión e incluso posado para la edición rusa de la revista ‘Maxim’, todo ello sin abandonar su militancia política y por la que ha sido ha sido condecorada por el Kremlin.
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