El cable, titulado "Relaciones israelíes e iraníes con Chile", recoge el relato del entonces agregado militar de Israel en Chile, Yoeli Or, a sus colegas estadounidenses sobre las actividades conjuntas con las fuerzas de seguridad de Chile, de las que estaba poco satisfecho.
Or dijo que "los israelíes están trabajando con el Gobierno de Chile para vigilar toda actividad inusual por parte del nuevo embajador iraní (en Santiago) y los aproximadamente 37 inmigrantes palestinos musulmanes de la frontera sirio-iraquí reasentados en tres ciudades chilenas a principios de 2008".
De acuerdo al resumen estadounidense de la conversación, el agregado militar israelí también señaló que "trabaja con la Policía de Investigación de Chile (PDI) y 'otras agencias' (presumiblemente la agencia de inteligencia de Chile, ANI), compartiendo información y apoyando el entrenamiento cuando es posible".
"Or estaba desanimado por el fracaso del GOC (Gobierno de Chile) de tomarse la amenaza financiera terrorista con seriedad. Dijo que Israel ocasionalmente trae a miembros de la PDI a Israel para entrenarles para ayudarles a entender los peligros más amplios del terrorismo", agrega.
Estos programas, sin embargo, "son cada vez menos frecuentes porque mientras que los chilenos aseguran aprender mucho del entrenamiento, vuelven a trabajos en los que el trabajo financiero contra-terrorista no es una prioridad, y los israelíes no ven resultados duraderos de sus esfuerzos".
Otro cable de la misma embajada, éste de mayo de 2007 y clasificado como secreto, muestra la preocupación del entonces Ejecutivo de Michelle Bachelet sobre la creciente influencia de Teherán en América Latina.
El entonces responsable del área de Sudamérica en el Ministerio chileno de Asuntos Exteriores, Juan Pablo Lira, respondió a un mensaje del consejero político-económico de la embajada de EEUU con la afirmación de que Chile "comparte las preocupaciones" de Washington sobre las actividades de Irán en la zona, según el resumen estadounidense del intercambio de opiniones.
"Chile también estaba preocupada por la potencial presencia iraní y las actividades en el área de la triple frontera (Brasil, Argentina y Paraguay). Las agencias de inteligencia chilenas vigilan de cerca a los iraníes allá y a los que pasan a través de Chile.
Temen que los iraníes faciliten tanto el narcotráfico como el terrorismo", señala.
Chile además estaba "alarmada" por la visita a Quito del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, en enero de 2007 para la investidura del presidente de Ecuador, Rafael Correa, pues Santiago considera a Ecuador "un socio importante".
No hay comentarios:
Publicar un comentario