La noticia no sólo causó el rechazo "enérgico" de Ecuador, sino que también generó una pregunta: ¿tiene Reino Unido ese derecho?
El argumento que esgrime Londres para tomar esa decisión es la llamada Ley de Recintos Diplomáticos y Consulares de 1987, que le permite revocar el estatus diplomático de una embajada en territorio británico, lo que potencialmente le posibilitaría a la policía ingresar a la sede ecuatoriana para arrestar a Assange.
Pero para Ecuador, un ingreso del Reino Unido a la sede de su embajada en Londres constituiría una "violación flagrante" de tratados internacionales como la Convención de Viena.
"Los locales de las misiones diplomáticas son inviolables", dijo el canciller Ricardo Patiño el miércoles, para luego afirmar enfáticamente: "No somos colonia británica".
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