E l periodista y activista australiano es el “padre” de Wikileaks (wikifiltraciones, en español), el portal de internet que puso en jaque al Pentágono tras filtrar casi 92.000 documentos confidenciales sobre las operaciones militares efectuadas por Estados Unidos en la guerra de Afganistán entre 2004 y 2009. Su delito es haber ridiculizado a EEUU.
Después, su ascendente carrera en la escena periodística internacional alcanzó su punto de efervescencia cuando Wikileaks, que desde su creación en 2006 viene desempolvando incómodas informaciones gracias a la colaboración de usuarios anónimos, difundió el video Collateral murder, en el que se recoge el ataque de tropas de EEUU contra civiles en un barrio de Bagdad y en el que murieron un fotógrafo de Reuters y su asistente.
Este documento audiovisual circuló a gran velocidad en internet y llegó a 3,6 millones de visualizaciones en YouTube en tan sólo 72 horas.
La repercusión de esta filtración alcanzó cotas insospechadas, como también lo fue desde entonces la relevancia que Assange ha cosechado a través de controvertidas y a veces arrogantes declaraciones sobre el papel que desempeña su organización en la lucha contra la corrupción y las malas prácticas de los gobiernos.
“Julián Assange se presenta como un “talibán” de la transparencia informativa y dice moverse por un claro objetivo, combatir el oscurantismo que tratan de imponer los estados al precio que sea. El activista tiene seguidores y adherentes en todos los países del mundo.
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