En noviembre de 2010 este grupo anunció la creación de una organización rival llamada Openleaks cuyo objetivo será filtrar más información sobre los cables de la diplomacia de Estados Unidos en comunicación con el Departamento de Estado.
Competencia a Assange
Openleaks ofrecerá un camino para filtrar documentos y para enviarlos a receptores particulares, como periódicos, canales de noticias, emisoras de radio, organizaciones sin ánimo de lucro, sindicatos, etcétera.
A diferencia de Wikileaks, Openleaks no publicará los documentos en su propia página; al ceder la labor editorial, se intenta apartar a la organización de cualquier consideración política o interés financiero.
Los filtrantes podrán subir los documentos a través de un sitio web integrado con el sitio del medio de comunicación asociado, pero conduciéndolo a través de la sencilla pero firme arquitectura de Openleaks.
Según Daniel Domscheit-Berg, uno de los principales promotores de la nueva organización, ya cuentan con una docena de acuerdos con otras organizaciones y actualmente se encuentran revisando varias propuestas ofrecidas.
Cultura corporativa
Domscheit-Berg ha asegurado que espera que el nuevo sitio sea más transparente que Wikileaks, un sistema claramente cerrado; sin embargo, aún no tenemos elementos suficientes para saber cómo lograrán esa transparencia informativa e independencia.
Assange describió a Wikileaks como una organización que dificulta a los gobiernos, defendiendo la idea de que al entorpecer la eficiencia del sistema actual se originará un nuevo sistema, presumiblemente mejor.
Openleaks no ha realizó declaraciones de ese estilo y parece que está tratando de mantenerse al margen de imposiciones editoriales o de objetivos políticos, con la transparencia como único valor anunciado.
Todo parece indicar que el código será abierto, ya que una fuente relacionada con Openleaks dijo que uno de los objetivos del proyecto es el de “alentar a otros a fundar proyectos similares”. Domscheit-Berg criticó a Wikileaks por olvidar “su promesa de código abierto” entregando los cables a cinco periódicos internacionales.
La democratización de la información
Salvador Puigi Monter, catedrático de Ciencias de la Información de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, escribe en su blog “Conciencia informativa”, que el caso Wikileaks ha abierto una vez más el eterno debate sobre el control del Estado sobre el llamado cuarto poder.
“Nadie se hubiera imaginado que los trapitos sucios de la diplomacia de Washington se mostraran al sol con absoluta impunidad. Hace cincuenta años esto habría sido impensable. Pero ahí está internet un vehículo de comunicación de masas que ha trascendido el ámbito de influencia de la televisión y de otros medios tradicionales para convertirse en el verdadero estandarte de la democratización de la información, capaz de burlar el estricto control de los estados”. Para Puig “Wikileaks dinamitó las estructuras”.
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