Assange precisó en una rueda de prensa en Londres que WikiLeaks "se ve forzado a suspender temporalmente sus operaciones de publicación y a recaudar fondos agresivamente para contraatacar" tras el bloqueo de sus fondos por parte de compañías de tarjetas de crédito y otras multinacionales estadounidenses.
WikiLeaks provocó una gran indignación en Estados Unidos tras el inicio de la publicación en noviembre de 2010 de 250.000 cables confidenciales del departamento de Estado norteamericano, después de haber filtrado previamente otros miles sobre las guerras de Irak y de Afganistán.
Assange, que permanece en Londres a la espera de una decisión sobre su extradición a Suecia, declaró a la prensa que "desde el 7 de diciembre de 2010, un bloqueo arbitrario e ilegal fue impuesto por Bank of America, Visa, MasterCard, Paypal y Western Union".
"El ataque destruyó 95% de nuestros ingresos", afirmó el australiano, de 40 años.
"Como resultado, WikiLeaks ha estado funcionando con reservas en metálico durante los 11 últimos meses. El bloqueo ha costado a la organización decenas de millones de dólares en donaciones perdidas en un momento de costes operativos sin precedentes".
El anuncio de hoy contrasta con su intervención de la semana pasada cuando, en una videoconferencia ante la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en Lima, Assange aseguró que la organización que dirige estaba viva y con más fuentes, pese al embargo de sus cuentas por Estados Unidos.
"(Se dice que) el principal problema es financiero y está relacionado con el embargo en Estados Unidos. Afortunadamente tenemos un flujo de caja fuerte y sólido como para sobrevivir, lo hacemos desde hace 11 meses", afirmó entonces.
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